Trauma durante el embarazo, en el parto o postparto, violencia obstétrica.
Las situaciones de estrés, ya sea psicológico o físico durante el embarazo pueden afectar al desarrollo del embrión. Se conocen los efectos de la ingestión de productos tóxicos sobre el feto, tales como alcohol, tabaco o drogas: afectaciones cardíacas, cambios estructurales en el cerebro, síndrome de abstinencia en el recién nacido…
El estrés psicológico en la madre puede producirse en situaciones sociales, como falta de apoyo familiar, maltrato de la pareja y problemas económicos, y también la salud mental de la madre tiene una importancia vital en el desarrollo del feto. Las madres que sufren depresión o ansiedad tienen más riesgo de que sus hijos nazcan con bajo peso y estén más predispuestos a subrir más enfermedades, y también están menos disponibles y menos estables emocionalmente para cuidar de sus bebés.
A pesar de que el embarazo, parto y postparto, son periodos de la salud sexual y reproductiva de la mujer, ciertas situaciones pueden ser traumáticas para la mujer, su bebé y la pareja: dificultades en la concepción, pérdida de la gestación, partos dolorosos, con grandes intervenciones médicas o necesidad de cuidados intensivos en el bebé, mal trato o falta de atención por parte de los profesionales, muerte del bebé, prematuridad, dificultades en la lactancia o crianza, falta de apoyo tanto profesional como familiar. Algunas experiencias previas pueden revivirse con mayor intensidad en este periodo (maltrato y abuso sexual en la infancia, por ejemplo). Algunas veces se presentan en forma de síntomas de ansiedad o depresión en la mujer (incluso Depresión Postparto y Trastorno de Estrés Postraumático), pero otras las consecuencias se ven y pueden tratarse también en los bebés: algunos son muy demandantes, se sobresaltan con facilidad, tiene muchos cólicos, lloran a menudo, cuando en principio otras necesidades básicas están cubiertas. Todo ello lo trabajamos a través de EMDR para conseguir una integración de las experiencias y una disminución del malestar, recuperando los propios recursos.